Elevar la voz en el aire

Elevar la voz en el aire.
Elevar la voz en el aire,
alzar, a lo mas alto…
la palabra Andalucía,
sin desaire,
sin rencor en mi corazón,
sin sobresalto.
¡Andalucía!
Hoy te puedo gritar
aunque no quieras escuchar,
lo que mi voz,
en tu ausencia
resalta al callar.
Lo que por reverencia
de siempre,
en mi ausencia
dejé de hablar.
¡Andalucía!
Tierra, de los sueños,
la que quisieron, tantos.
de alegría y de saberes,
de luces,
que colman el alma.
De hombres y mujeres…
jóvenes…
Que sin ningún interés,
derramaron sus ciencias y su querer
y dejaron el aire de tu tierra,
en calma.
Y olvidaron el vivir,
dando,
todo lo que tenían.
Por ti,
por mi.
Por el que viene y por el que va.
Por el que se queda
y el que no se quiere marchar.
Por el que desconoce tu habla
y tu estilo de amar.
Tus costumbres,
tu lengua,
y tu manera de pensar.
¡Andalucía!
Eres, el sueño,
que mi alma escondía.
Amo y dueña.
De esta tierra,
que un día,
entre condado y sierra,
océano y mar.
entre cantos y alegría,
palmas y guitarra;
robaron la sangre mía.
¡Andalucía!
Hoy quiero lucir
y señalar a fuego,
el escrito,
de mi corazón.
Por ti, quiero vivir
y por todos, te ruego,
que entres en razón.
Eres el alma y la luz,
la suave brisa
que me recuerdas,
todo lo que es andaluz.
¡Andalucía!
Tierra, bella y hermosa,
donde mis mayores crecieron
y dejaron de existir.
Y en esta frescura quiero…
Junto al blanco de tus paredes,
de tus blancas casas
y el verde de tus campos,
de tus trigales en flor.
Tierra de alegría,
de llantos
y de mucho sufrir.
No dejes, de ser la alegría,
de este, espléndido jardín.
Que no se marchen,
que no se marchen los jóvenes
a otro país.
¡Andalucía!…
Dales trabajo,
invierte en tus tierras.
Ellos, solo quieren vivir,
trabajar y trabajar,
y algún día,
poder decir:
¡Viva mi Andalucía!
¡Viva la tierra mía!
La que me ha visto crecer
y en la que quiero convivir.
La que me ha visto nacer,
y en la que quiero…
que algún día…
en paz,
pueda morir